Nueva York, EE. UU. – En medio de la intensificación de las políticas de inmigración por parte del presidente Donald Trump, el Ayuntamiento de Nueva York ha emitido nuevas directivas que flexibilizan las restricciones para el personal de refugios para inmigrantes. Estas directivas permiten a los empleados cooperar con las autoridades federales de inmigración si se sienten «razonablemente amenazados».
Modificación de las Normas de Refugios
Las nuevas directivas marcan un cambio notable respecto a las instrucciones anteriores, que subrayaban que las protecciones de santuario de Nueva York impedían el uso de personal y recursos de la ciudad para apoyar la aplicación de la ley federal de inmigración.
Reacciones y Preocupaciones
Kayla Mamelak, representante del Ayuntamiento, aseguró que la ciudad no está ordenando a los empleados municipales que simplemente abran las puertas a la policía federal. No obstante, la guía ha generado inquietud entre proveedores de refugio y representantes sindicales. Manny Pastreich, presidente de 32BJ SEIU, criticó la política como «inhumana» y en contradicción con las leyes locales y estatales.
Impacto en la Confianza Pública
La Sociedad de Ayuda Legal advirtió que las nuevas directrices podrían desalentar a las familias de buscar refugio y minar la confianza en las instituciones de la ciudad. Líderes del Ayuntamiento, como Adrienne Adams, Diana Ayala y Alexa Avilés, han pedido la revocación de la directriz, calificándola de «altamente irresponsable, confusa y peligrosa».
Instrucciones Detalladas
El memorando enviado a los proveedores de refugios el 13 de enero incluye 11 pasos que los trabajadores deben seguir cuando se les acerque un agente de seguridad no local. Sin embargo, también establece que si los empleados se sienten amenazados, deben proporcionar la información solicitada o permitir el acceso al sitio.
Contexto Nacional
Estas directivas llegan en un momento en que el presidente Trump ha intensificado la aplicación de las leyes de inmigración y ha prometido medidas enérgicas contra las ciudades santuario. El gobierno de Trump ha demandado a Chicago e Illinois por frustrar las leyes federales de inmigración.