miércoles 23 de abril de 2025 19:19 pm
Tu periódico digital en New York
PATROCINADOR OFICIAL

Un Paso Hacia la Responsabilidad

Antonio Espaillat, gerente del Jet Set, ha decidido enfrentar de frente las consecuencias de la tragedia ocurrida el 8 de abril, cuando el techo de la discoteca colapsó, dejando un saldo devastador de 232 víctimas mortales. Durante una entrevista en el programa El Día , transmitido por Telesistema 11, Espaillat aseguró que no se esconderá y que asumirá su responsabilidad frente a las investigaciones y los familiares de las víctimas. “Yo estoy aquí y voy a dar el frente a todo, yo no voy para ningún sitio”, declaró con firmeza.

Espaillat reveló que ha sostenido conversaciones con las familias de los seis empleados fallecidos durante la tragedia, así como con algunos familiares de las víctimas que han buscado contacto con él. Aclaró que la noche del colapso contaba con aproximadamente 25 empleados, algunos de los cuales solo prestaban servicio ocasional como camareros tras tener día libre en otro trabajo. Subrayó que estas interacciones han sido de apoyo mutuo y de ofrecimiento de colaboración en todo lo pertinente. Hasta el momento, aseguró que tres familias de víctimas han conversado con él, dos de ellas con seres queridos fallecidos y una con un familiar herido, sin que ninguna haya planteado acciones legales en su contra.

Un Legado Familiar Quebrantado

Para Antonio Espaillat, el Jet Set no era solo un negocio, sino un legado familiar que comenzó su madre cuando él tenía apenas seis años. La tragedia ha dejado un vacío irreparable en su vida, marcada por la impotencia y el remordimiento de no haber previsto un desenlace tan catastrófico. “El Jet Set fue nuestro todo, nunca nos imaginamos y nunca habíamos estado preparados para lo que estamos viviendo”, manifestó. Reconoció que el dolor que siente es compartido por cientos de familias que perdieron seres queridos en el colapso.

Espaillat expresó que no ha podido dormir ni llevar una vida normal desde el fatídico evento. “Tengo un dolor muy grande y lamento en el alma todas las pérdidas, nunca hubiera querido que esto pasara jamás”, confesó. Su declaración refleja el impacto personal y emocional que la tragedia ha tenido en quienes administraban el lugar, quienes ahora deben enfrentar no solo las consecuencias legales, sino también el peso moral de la pérdida de cientos de vidas.

Investigación Formal y Reacciones Públicas

Hasta la fecha, al menos cuatro querellas formales han sido presentadas contra Antonio Espaillat por parte de familiares de las víctimas mortales. Las autoridades dominicanas han iniciado una investigación formal para determinar las causas del colapso estructural del techo del Jet Set, supervisada por la Dirección General de Persecución y la Fiscalía del Distrito Nacional, bajo la dirección de la Procuraduría General de la República. Según las autoridades, la investigación forense podría tomar hasta tres meses para establecer responsabilidades y determinar si hubo negligencia en la construcción o mantenimiento del establecimiento.

La tragedia ha generado una conmoción nacional y un profundo duelo colectivo en la República Dominicana. El presidente Luis Abinader decretó seis días de luto oficial, durante los cuales se realizaron múltiples homenajes y actos religiosos en memoria de las víctimas. La «zona cero», como se ha denominado al lugar del desastre, ha sido cubierta de velas, flores y retratos en honor a los fallecidos, convirtiéndose en un punto de encuentro para quienes buscan rendir tributo a sus seres queridos.

Impacto en la Sociedad y la Comunidad Artística

El colapso del techo del Jet Set es considerado una de las tragedias más grandes en la historia reciente del país, con un impacto profundo en la sociedad dominicana y en la comunidad artística. Entre las víctimas mortales se encontraba el reconocido merenguero Rubby Pérez, quien amenizaba la fiesta en el momento del colapso, y la gobernadora de Monte Cristi, Nelsy Cruz, quien también perdió la vida tras resultar gravemente herida. Alrededor de 189 personas fueron rescatadas con vida, aunque varias permanecen hospitalizadas en estado crítico.

Familiares de las víctimas, como Zulinka Pérez, hija de Rubby Pérez, han manifestado su intención de demandar a los propietarios del establecimiento. Mientras tanto, el país entero continúa procesando el impacto de esta tragedia, que ha dejado un vacío irreparable en cientos de familias y ha puesto en evidencia la necesidad de revisar las normativas de seguridad en espacios públicos. Para Antonio Espaillat y su equipo, el camino hacia la justicia y la reconciliación será largo, pero su postura de asumir la responsabilidad marca un primer paso en este difícil proceso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *