Un equipo de investigadores de la Universidad de Pensilvania (EEUU) ha publicado en Nature un artículo en el que explica el procedimiento seguido para fabricar el primer procesador CMOS funcional utilizando materiales bidimensionales (2D) de un solo átomo de grosor. Lo más innovador es que han utilizado disulfuro de molibdeno y diseleniuro de tungsteno para producir más de 2.000 transistores capaces de ejecutar operaciones lógicas, sin usar silicio.
Para los usuarios, lo más relevante es conocer el impacto que esta tecnología tendrá en su experiencia si se populariza. «Nuestro procesador CMOS 2D opera con bajos voltajes de alimentación, un consumo mínimo de energía y puede ejecutar operaciones lógicas simples a frecuencias de hasta 25 kHz», ha precisado Subir Ghosh, uno de los responsables del proyecto.
Estamos en los albores de una tecnología que va más allá del silicio, pero presumiblemente los chips con transistores de disulfuro de molibdeno y diseleniuro de tungsteno permitirán la fabricación de ordenadores mucho más rápidos y compactos que los actuales, así como más eficientes energéticamente.