lunes 28 de julio de 2025 18:55 pm
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Desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca, los aranceles impuestos a los productos que entran a Estados Unidos han experimentado cambios significativos. A continuación, se detallan las tarifas aduaneras vigentes antes del aumento previsto para el 1 de agosto.

Recargo Mínimo Universal

Desde principios de abril, todos los productos que entran en Estados Unidos están sujetos a un recargo del 10%. Este porcentaje podría aumentar para los principales socios comerciales, especialmente aquellos con los que Washington considera tener un déficit comercial. Trump anunció aranceles de hasta el 50% para más de 80 países, pero los suspendió inicialmente hasta el 9 de julio y posteriormente hasta el 1 de agosto, para negociar acuerdos comerciales.

Acuerdos Comerciales

Hasta la fecha, solo se han acordado seis acuerdos: con el Reino Unido, Vietnam, Indonesia, Filipinas, Japón y la Unión Europea, que comprenden aranceles específicos de entre el 15% y el 20%. Una veintena de países más recibieron una carta de la Casa Blanca anunciando aranceles de entre el 25% y el 50%.

Brasil, Canadá y México

Los principales objetivos de Donald Trump son Canadá y México, a los que acusa de no combatir suficientemente el tráfico de fentanilo. Están sometidos a aranceles del 25%, pero solo se aplican a productos no protegidos por el T-MEC. Trump ha amenazado con aumentar estos recargos al 35% para los productos canadienses y al 30% para los procedentes de México.

Relaciones con China

China ha sido un objetivo prioritario de Washington desde el primer mandato de Trump. Su sucesor, Joe Biden, mantuvo la presión y Trump la ha redoblado desde que volvió al poder en enero. Para combatir el tráfico de fentanilo, se aplicó un arancel del 10%, además del existente antes del 1 de enero, a lo que se añadió un 20% por los llamados aranceles «recíprocos» a principios de abril.

Protección de Sectores Clave

Trump invocó la seguridad nacional para proteger varios sectores de la industria estadounidense con un recargo específico para los productos extranjeros vendidos en Estados Unidos. Es el caso de la industria automotriz, ahora gravada con un 25%, con la excepción de los automóviles procedentes de Japón, que solo pagan un 15%. El acero y el aluminio estadounidenses están protegidos con aranceles del 50% para los productos competidores que entran al país.

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