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El Peso del Duelo Colectivo

Cuando ocurren desastres como incendios forestales o huracanes, el impacto emocional no solo afecta a individuos, sino a comunidades enteras. La pérdida de hogares, la sensación de inseguridad y el estrés financiero pueden dejar cicatrices profundas que tardan tiempo en sanar.

David Kessler, experto en duelo, explica que el dolor tiene una «larga sombra» que puede extenderse mucho más allá de la emergencia inicial. Para muchas personas, el verdadero desafío comienza cuando las cámaras se apagan y los equipos de rescate se retiran.

Fortalecer Redes de Apoyo Social

Kat Robinson-Malone, cuya casa en Tampa sufrió daños por el huracán Helene, describe cómo el apoyo de su comunidad ha sido vital para su recuperación. Organizó una reunión para despedirse de su hogar antes de comenzar la reconstrucción, invitando a amigos y familiares a firmar las paredes que pronto serían demolidas. Este acto simbólico le ayudó a procesar la pérdida y encontrar consuelo en la conexión humana.

Robinson-Malone también destaca la importancia de conservar objetos significativos, como el tablero de puerta donde registraba la altura de su hija. Estos pequeños detalles pueden proporcionar un sentido de continuidad en medio del caos.

Hablar con Niños: Validar sus Sentimientos

Los niños son particularmente sensibles a los cambios abruptos que acompañan a los desastres. David Kessler, quien vivió la pérdida de su hogar en Mississippi a los 9 años, recuerda cómo ese evento marcó el fin de su infancia. Los padres deben asegurarse de transmitir a sus hijos que están a salvo y que se ocuparán de ellos.

Validar los sentimientos de los niños, en lugar de minimizarlos, es fundamental. Frases como «Estoy contigo en tu miedo y podemos superarlo juntos» pueden ofrecer un sentido de seguridad y comprensión.

Cómo Ayudar sin Sobrepasar Límites

Roxane Cohen Silver señala que el apoyo social es crucial, pero debe ofrecerse de manera respetuosa. Las personas afectadas deben tener control sobre cómo y cuándo desean recibir ayuda. Ofrecer asistencia práctica, como alojamiento o comida, puede ser más útil que intentar forzar conversaciones.

Lauren Mott sugiere evitar frases que puedan parecer insensibles, como «Podría haber sido peor». En cambio, expresiones como «Lamento que estés pasando por esto» o «Estoy aquí para escucharte» son más empáticas y efectivas.

Autocuidado y Atención Profesional

El autocuidado es esencial durante el proceso de recuperación. Técnicas como la atención plena, la respiración profunda y la meditación pueden ayudar a manejar emociones abrumadoras. Escribir un diario o dedicar tiempo a la oración también puede ser útil para procesar el duelo.

Si los síntomas incluyen ansiedad severa, pensamientos suicidas o dificultades para funcionar en la vida diaria, buscar ayuda profesional es fundamental. Como dice el reverendo John Shaver, quien perdió su iglesia y su hogar en un incendio forestal: «Todo el mundo necesita ayuda en este momento. Y no es culpa nuestra. Son simplemente las circunstancias del momento».

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