En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Nueva York, una madre fue sentenciada por el brutal asesinato de su hija de siete años. La mujer, conocida como «madre demonio» por su comportamiento y declaraciones, había intentado culpar a su hijo mayor, Paul Fine, por el crimen ocurrido en un apartamento de vivienda pública (NYCHA) en el verano de 2021.
La fiscal de distrito de El Bronx, Darcel Clark, declaró que la decisión del juez de aumentar la pena de prisión se debió a los arrebatos de la acusada, quien minimizó su culpabilidad, violando las condiciones de su declaración de culpabilidad. «Julissia era una niña indefensa de siete años, cuya madre le quitó la vida en un acto perturbador de brutalidad e insensibilidad», escribió Clark.
Durante la audiencia, el padre de la niña, Julius Batties, calificó a la madre como «demonio» y «malvada». La madre, por su parte, se quejó ante el juez Joseph McCormack de que la gente la llamaba «una madre monstruosa». La niña, Julissia, fue encontrada maltratada en el apartamento familiar en Mitchel Houses el 10 de agosto de 2021, lo que inició una investigación que reveló la verdad detrás de las afirmaciones de la madre de que la niña se había caído y golpeado la cabeza contra un escritorio.
La investigación también reveló que Julissia no quería regresar a vivir con su madre y, en una desgarradora grabación de audio de mayo de 2022, le pidió a su abuela paterna que llamara a la policía para impedir que la trasladaran. La niña había estado viviendo con su abuela paterna y la madre apenas había recuperado la custodia sin supervisión a finales de junio de 2021, en lo que fue un nuevo caso de grave negligencia de la Administración de Servicios para Niños (ACS).
Incluso después de su muerte, la niña estuvo más de dos meses en la morgue porque sus padres separados no se ponían de acuerdo sobre qué hacer con sus restos. Finalmente, el padre ganó el derecho a enterrarla, mientras su madre insistía en cremarla, según documentos judiciales.
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