Con una carta a los obispos de Estados Unidos, en un gesto poco frecuente, el papa Francisco entró este martes de lleno contra la política de deportaciones masivas del presidente Donald Trump, criticando a la Iglesia católica por no comulgar con el pontífice argentino en su oposición a la narrativa que discrimina a los migrantes.
El papa Francisco, en su misiva, acusó a la Iglesia católica de Estados Unidos de «recibir 100 millones de dólares para ayudar a los migrantes» y se preguntó si sus críticas al gobierno de Trump tenían como objetivo proteger «sus negocios» y no reflejaban una preocupación sincera por las deportaciones.
«El amor cristiano no es una expansión concéntrica de intereses que poco a poco se amplían a otras personas y grupos. Dicho de otro modo: ¡El ser humano no es un mero individuo, relativamente expansivo, con algunos sentimientos filantrópicos! El ser humano es un sujeto con dignidad que, a través de la relación constitutiva con todos, en especial con los más pobres, puede gradualmente madurar en su identidad y vocación», escribió el papa en su carta.
El vicepresidente James David Vance, quien en una entrevista con la CBS acusó a los opositores de Trump de «recibir 100 millones de dólares para ayudar a los migrantes» y se preguntó si sus críticas al gobierno de Trump tenían como objetivo proteger «sus negocios» y no reflejaban una preocupación sincera por las deportaciones.
Las palabras de Vance fueron incluso tachadas de «escandalosas» por el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan, uno de los más cercanos a Trump, y que ofreció oraciones en su toma de posesión.
Francisco ha definido la hipótesis de deportaciones masivas como «una vergüenza», pero esta vez va más allá y, sin mencionar nunca explícitamente al inquilino de la Casa Blanca, considera que «lastiman la dignidad de muchos hombres».
Y advierte de que «lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará», sobre la política migratoria implementada por Trump.
Nombramientos de obispos que defienden a los migrantes
Francisco ha nombrado recientemente como obispo a Edward Weisenburger, quien en el pasado planteó la posibilidad de sanciones canónicas para quienes separen a los niños de sus padres migrantes.
Y en las últimas semanas nombró como obispo en Washington al cardenal Robert McElroy, quien en reiteradas ocasiones, incluso en los últimos días, ha alzado su voz en defensa de los migrantes, además de ser partidario de la sostenibilidad ambiental y de la apertura a los católicos LGBTQ.
El nombramiento de McElroy se analizó entonces como un movimiento después de que Trump nombrara como embajador en el Vaticano a Robert Carlin, uno de los más cercanos a Trump, y que ofreció oraciones en su toma de posesión.
En esta ofensiva contra algunas políticas de Trump, la agencia católica Caritas condenó este lunes «enérgicamente la imprudente decisión de la Administración estadounidense de cancelar abruptamente programas y oficinas financiados para desmantelar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)».
«Caritas reconoce el derecho de cualquier nueva Administración a revisar sus programas y oficinas, pero la forma despiadada en que se está aplicando esta insensible decisión amenaza con comprometer aún más la vida y la dignidad de millones de personas, socavará décadas de progreso en la ayuda humanitaria y al desarrollo, y generará un beneficio promedio de alrededor de 100 dólares por hogar, eliminando efectivamente los impuestos sobre la renta de la ciudad de Nueva York para una familia de cuatro personas que gane menos de 46,350 dólares», precisó la agencia.
