Los neandertales, una especie humana robusta y adaptada al frío, se extinguieron hace unos 40,000 años, pero su legado genético persiste en millones de personas. Su desaparición sigue siendo un misterio, y los científicos buscan entender su vida, características y los factores que llevaron a su extinción.
Hallazgos y Clasificación
En 1856, se encontraron huesos en el Valle de Neander, Alemania, inicialmente confundidos con los de un oso. Estos huesos resultaron ser de una especie humana extinta, lo que llevó a revisar fósiles previamente mal clasificados. William King propuso el nombre Homo neanderthalensis tras analizar restos hallados en Francia, revelando la existencia de una «especie hermana» que habitó Europa durante milenios.
Rasgos Físicos y Adaptaciones
Los neandertales, presentes en Eurasia desde hace 400,000 a 40,000 años, tenían rasgos distintivos como arcos superciliares marcados y rostro prominente. Eran robustos, musculosos y requerían grandes cantidades de calorías para sobrevivir en entornos fríos. Su dieta era flexible, incluyendo la caza de grandes mamíferos y el consumo de plantas, y en ocasiones practicaban canibalismo.
Herramientas y Cultura
Vivían en pequeños grupos móviles y utilizaban herramientas de piedra y madera para la caza y procesamiento de pieles. Hallazgos como garras de águila decoradas y posibles enterramientos rituales indican pensamiento avanzado y transmisión de tradiciones. Aunque no se han conservado restos directos de ropa, los utensilios hallados sugieren su existencia.
Extinción y Legado
La extinción de los neandertales sigue siendo objeto de controversia, con tres hipótesis principales para su desaparición. A pesar de su extinción, el ADN neandertal persiste en hasta un 4% del material genético de poblaciones fuera de África, confirmando episodios de mestizaje entre especies. Este intercambio genético ocurrió en Eurasia, aunque la mayoría del acervo genético actual proviene de ancestros africanos.