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Esta semana se esperan más solicitantes de asilo procedentes de la frontera sur, mientras que la Ciudad demanda más ayuda federal para atender a refugios sobrepasados de su capacidad en un 12%.

Desde hace más de un año y medio la venezolana, “Jacinta Pérez”, de 35 años, como pidió ser identificada en esta entrevista, venía escuchando que en su pueblo en el estado Zulia, específicamente en Perijá, existían “paquetes” que por una cuota de dólares te cruzaban la selva del Darién y te facilitaban todo la ruta para buscar el “sueño americano”. Hoy la suramericana, su esposo y su hijo de 10 años, luego de una travesía “infernal” de tres meses y 18 días, está en la Gran Manzana, sin un centavo, en un abarrotado refugio temporal de El Bronx, y enfrentando la filosa realidad de que en su destino todo se dibuja absolutamente distinto a lo que sus ‘promotores’ de travesía le describieron.

“Cuando llegas aquí te das cuenta que nada es como te lo pintan. Aquí en esta ciudad, hay gente viviendo en las calles. Gente que nació aquí y está esperando años por un espacio digno. Y otra, que aún con papeles, la pasa muy mal porque todo es difícil. Y si no tienes papeles en regla, como nosotros, !Imagínate!”, contó Jacinta, apenas una de las miles de inmigrantes que en las últimas semanas ha llegado en autobuses a Nueva York procedentes de Texas, luego que pasó ilegalmente la frontera. 

Ahora, Jacinta, está en un refugio que sabe es un beneficio muy temporal.

Pero luego de escuchar las “experiencias reales” de quienes tienen más tiempo allí, teme que cuando llegue el duro invierno, todo será más hostil, complicado y peligroso.

Esta inmigrante pertenece al grupo de 4,000 personas, que en los últimos tres meses ha llegado a Nueva York, procedente de países suramericanos y caribeños, solicitando refugio y ayuda económica a un saturado sistema de servicios sociales que puede funcionar, eso sí, con más rapidez para quienes tengan algún tipo de regularización migratoria.

El hecho de que estos inmigrantes llegaran a Nueva York en autobuses, enviados por la gobernación de Texas, era hasta hace poco una información “extraoficial”, que el pasado fin de semana fue confirmada por el mismo mandatario texano, Greg Abbot, quien admitió en un comunicado que está enviando a grupos de inmigrantes a Nueva York y Washington D.C,  respondiendo a lo que califica como una “política de fronteras abiertas de la administración del presidente Joe Biden que está avasallando a las comunidades de su estado”.

Cerca de la mitad son venezolanos

En más de un 50%, estos nuevos grupos de inmigrantes solicitantes de asilo, enviados a la Gran Manzana, son procedentes de Venezuela. El resto de países centroamericanos, Haití y Cuba con base a registros de varias organizaciones.

En el caso muy específico de las familias venezolanas recién llegadas, de acuerdo con ponderaciones de organizaciones de base comunitaria, han sido forzados a emigrar por una espantosa crisis económica y política. Aunque en paralelo, son atraídos por una serie de falsas informaciones sobre un supuesto “sistema de acogida especial” que están teniendo estos ciudadanos en Estados Unidos.

“Después de pasar una selva y salvarte de ahogarte en un río, vienes a sobrevivir en un refugio en donde ves de todo y no entiendes nada, porque no hablas el idioma. Mucha gente de mi país, comete este error, porque los mismos grupos de Whatsapp, los traficantes, los coyotes y las mafias que te conectan por las redes sociales, venden la idea que apenas  pones un pie en tierra americana, entras a un paraíso. Y yo puedo dar fe, que aunque las cosas en mi país estén muy duras, llegar así, en condiciones como las mías, sin familia, sin contactos, sin inglés, es probable que pases a condición de mendigo”, dijo la venezolana a El Diario.

Otros grupos de otras nacionalidades latinoamericanas como ecuatorianos, colombianos, mexicanos y centroamericanos que tienen décadas de historia de “moverse” hacia la Gran Manzana, lo hacen generalmente para conectar y ‘navegar’ en el sistema con la ayuda de familiares o amigos.

NY y su propia crisis humanitaria

Incluso antes de la pandemia, la ciudad de Nueva York venía enfrentando lo que ha sido calificado como una crisis humanitaria, con un pico histórico de personas “sin techo”, solo comparable con la década de los 30.

Hasta mayo de este año, habían 49,300 personas sin hogar, incluyendo 15,400 niños, durmiendo en refugios de la ciudad. 

A pesar de las calamidades de acceso a vivienda que registra la Gran Manzana, la venezolana Jacinta Pérez, al igual que centenares de sus connacionales, confiesan que llegaron aupados por falsas versiones de una ‘ciudad santuario’ que recibe a todos de manera automática con cómodos refugios y cupones de alimentos.

“En toda la ruta, cuando pagas las primeras cuotas de dinero, te dan supuestos números de teléfonos de organizaciones y de oficinas que te van ayudar a que todo sea muy fácil. Y nada es verdad. Me dijeron desde mi país que solo por ser venezolanos, ya todo corre fácil con los papeles y las ayudas. Y es totalmente falso”, remarcó Jacinta.

“No hay beneficios migratorios especiales”

En este sentido, la venezolana Niurka Meléndez, líder de la organización no gubernamental Venezuelan and Immigrants Aids (VIA) con sede en Nueva York, desde 2016, recordó que sus connacionales comenzaron a huir forzosamente desde hace varios años, producto de una emergencia humanitaria, cada vez más compleja.

“Esta nueva ola migratoria de personas, que llegan buscando refugios temporales a Nueva York, luego de haber caminado el tapón del Darién y someterse a todos los riesgos en esa ruta, hay que analizarla más profundamente. Debemos poner en el centro de todo análisis, que son seres humanos que huyen de una tragedia. Pero se enfrentan por falta de información, a otras calamidades que pueden ser peores”, argumenta la activista.

Meléndez considera que es tiempo que se ponga el ojo visor sobre los mitos, las mafias y los traficantes humanos que promueven que personas desesperadas se vengan caminando, expuestos a una serie de alcabalas criminales, alentados por supuestas facilidades o beneficios que tienen específicamente los ciudadanos venezolanos.

“Lo primero que debemos advertir es que todo el sistema de ayuda social, especialmente en el tema de refugios temporales en la ciudad de Nueva York está colapsado. Obviamente, existen muchas organizaciones de apoyo, pero con recursos limitados. Y segundo, debemos remarcarle mil veces a nuestros connacionales, que no es verdad que existen en este momento, beneficios migratorios automáticos, para todos los que se atrevan a cruzar la frontera”, subrayó.

A juicio de Meléndez, todo un aparato de informaciones confusas, divulgadas especialmente por redes sociales, sobre supuestas facilidades en los procesos migratorios para los venezolanos, sigue empujando a miles a un abismo peor a la realidad cotidiana que viven en su país.

No hay un “paraíso” para inmigrantes

Ese abismo, en todos sus niveles, lo conoce la pareja de venezolanos Crisman Urbaez y Anabel González y sus dos hijos menores, quienes al llegar a Nueva York el mes pasado. Esta familia transitando los desafíos de encontrar un refugio, se vieron obligados a dormir en las calles un par de días en el centro de Manhattan, hasta que un bodeguero mexicano y organizaciones comunitarios le tendieron la mano.

Luego de ser rechazados en un centro en la calle 40 oeste de Manhattan, después de días de calamidades en donde fueron cobijados en una bodega, finalmente pudieron llegar al centro de admisión de la Ciudad, conocido como PATH, en la calle 151 este de El Bronx.

Estos jóvenes venezolanos, desde que lograron conectar con el primer refugio, han sorteado los límites que impone el sistema de ayuda social de la Ciudad.

El venezolano Robert González de la organización “Por Amor a Venezuela”, que ofreció soporte a esta familia, interpreta que en el caso particular de algunos de sus paisanos que están llegando, se están enfrentando a un “monstruo de mil cabezas”, que está siendo dominado por la “ignorancia y la desinformación”.

“Hay muchos tipos de inmigrantes. Pero en este caso específico, hay un grupo de seres humanos que está llegando, buscando un paraíso de beneficios inmediatos, que alguien le describió falsamente, pero que en la realidad no existe. Debemos reiterar siempre como organización y desde el activismo: quien decida lanzarse de esa manera a esta aventura, debe tomar en cuenta que en su camino pueden haber dos vías, la muerte y sobrevivencia”, concluyó.

NY exige más recursos federales

Aunque la Gran Manzana cuenta con la red de seguridad social más amplia del país, los extranjeros sin estatus legal, no pueden acogerse a la mayoría de los programas de ayuda de vivienda, renta estabilizada, sorteos, o Sección Ocho, que permite a los residentes de bajos ingresos conseguir un apartamento. Tampoco tienen acceso a cupones SNAP.

Esto puede “condenar” a este segmento de inmigrantes indocumentados a quedar atrapados en un refugio de forma indefinida.

Sin embargo, la ciudad de Nueva York tiene una orden judicial para proporcionar alojamiento temporal a cualquier persona que se encuentre sin hogar, y que acuda a un centro de acogida, una política conocida como derecho al alojamiento.

El pasado domingo llegó al Terminal Port Authority un autobús con 55 inmigrantes provenientes de Texas y se espera que esta semana lleguen otros más, en medio de una disputa en donde la Administración Municipal está exigiendo más fondos federales para atender esta crisis en un sistema de refugios que ya llegó al tope.

“Necesitamos el apoyo del Gobierno federal, ya tenemos 4,000 en el sistema de albergues y todo por un gobernador que está jugando con las vidas de estas personas“, sostuvo Manuel Castro, comisionado de la Oficina del Alcalde para Asuntos de Inmigrantes (MOIA) en referencia a la política del gobernador de Texas de enviar a estas personas a las denominadas ‘ciudades santuario’.

De acuerdo con el funcionario municipal, muchos de los que han llegado a la ciudad sin saber qué hacer, sin familia, sin ningún tipo de conexión, por ello la mayoría va al sistema de albergues.

El mismo alcalde Eric Adams, criticó a los gobiernos de Texas y Arizona por enviar a personas a Nueva York “sin ningún tipo de comunicación o coordinación”. Asimismo, prometió cumplir con la tarea “como neoyorquinos” y se comprometió a recibir y ayudar a los migrantes.

En efecto, fuentes de la Administración de Recursos Humanos (HRA) de la Ciudad de Nueva York, la agencia que administra los beneficios esenciales como asistencia alimentaria y asistencia de alquiler, indican en medio de esta crisis, que todos tienen derecho a aplicar a fondos de asistencia financiera de emergencia, pero “no todos son elegibles”.

Cada caso es distinto. Debemos ser responsables en recordar que para calificar para programas más estables de vivienda y alimentación, se requiere de cierto estatus migratorio. Estamos abiertos y receptivos a la ayuda para quienes lo requieran. Pero es importante que las personas se informen bien, antes de tomar decisiones importantes”, acotó un portavoz de HRA.

NYC y su crisis de hacinamiento

  • 12% más sobrepoblados se encuentra en la actualidad el sistema de refugios temporales de la Gran Manzana si se compara con marzo.
  • 21% de todos los inmigrantes neoyorquinos viven en hogares con hacinamiento
  • 8% de los inmigrantes viven en viviendas “extremadamente hacinadas” con más de 1.5 personas por habitación. 
  • 90% de los inmigrantes que piden asistencia social y solicitan refugios temporales en los últimos dos meses en NYC, han cruzado la frontera sur del país.

eldiariony.com

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