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Casi nadie, ni las mismas autoridades, está dudando que en la Gran Manzana se avecina un verano que podría terminar con un saldo muy sangriento. La cuenta es muy simple: Si la “epidemia” de la violencia armada dejó resultados muy dolorosos en los días fríos, qué se podrá esperar en los días de calor, definidos históricamente por el registro casi “natural” de más incidencias delictivas.

Ante estos pronósticos, una coalición de organizaciones que trabajan por interrumpir la violencia, en el núcleo de los vecindarios más vulnerables, tomaron las escalinatas de la Alcaldía de la ciudad de Nueva York, advirtiendo que será posible tener un verano seguro, pero “sí y solo sí” la Ciudad y el Estado invierten más en las comunidades.

El temor de los portavoces de estas organizaciones es doble. No solo están seguros que aumentarán las balaceras, sino que el perfil del plan municipal que implica más presencia policial, terminará con miles de niños y jóvenes negros e hispanos detenidos y criminalizados.

“Podrían venir días más horrorosos. Se debe invertir más en programas que nos permitan acercarnos más a esos muchachos que están en riesgo de entrar a una ‘ganga’ (banda). No hay otra forma. Se debe aportar más recursos a nosotros, que sabemos intervenir en las bases de las comunidades. Cualquier otra acción será inútil”, considera David Cava de la organización ‘Bronx se levanta contra las Armas’ (Brag).

“Evitemos que niños tengan armas”

Más de una docena de grupos que trabajan bajo el paraguas de “Cure Violence”, en los cinco condados, se unieron bajo la consigna “Verano Seguro 2022”, lo cual envió a las autoridades municipales y estatales dos peticiones: más inversión en los vecindarios pobres que son blanco de la violencia y menos planes de escuadrones de vigilancia policial.

En el caso específico de la Ciudad aspiran que el presupuesto del año fiscal 2023 reconsidere más recursos para planes de interrupción a la violencia.

“Le estamos diciendo a nuestros liderazgos locales, a nuestras iglesias, a nuestras familias que evitar que un niño termine con un arma en sus manos, es un asunto en el cual debemos intervenir oportunamente. No es un asunto sólo de más policías en las calles”.

David sabe perfectamente de qué habla. Cuando apenas era un adolescente terminó formando parte de una banda y eso lo hace entender, más que nadie, los detonantes y los riesgos que tienen en este momento, los más jóvenes en los vecindarios en donde residen las comunidades de color. Más aún en El Bronx.

“Le pedimos a las familias que revisen bien qué están haciendo sus muchachos. Inclusive desde que están en escuela primaria. Vamos a liberarnos de la violencia invirtiendo en las comunidades. No persiguiéndolas”, agregó el activista.

La petición de esta coalición conformada por ManUP, True2Life, Speak Peace Forward y S.O.S se da en un momento clave.  El país y la Gran Manzana están conmovidos por una secuencia de ataques con terribles saldos mortales de niños inocentes. 

Justamente los neoyorquinos, todavía tratan de entender cómo la pequeña Kyhara Tay, de once años, fue asesinada la semana pasada cuando salía de una peluquería por encontrarse accidentalmente en el cruce de una balacera. Y, además, uno de los sospechosos de ese disparo, que cegó su vida, es un adolescente de 15 años, que ya fue detenido.

“Ataquemos las causas”

Por su parte el Defensor del Pueblo de la ciudad de Nueva York, Jumaane Williams quien aspira a la gobernación, opina al observar los planes de la Ciudad, para la próxima temporada de calor se está “actuando sobre la consecuencia y no sobre las causas”.

Williams recordó que el verano del año 2018, fue uno de los menos violentos en la historia de la ciudad, sin embargo, no existía esa “repotenciación de la presencia policial” que anuncian las autoridades este año.

“Las balaceras forman parte de una epidemia nacional, de la cual la ciudad de Nueva York no escapa. Pedimos a la Ciudad y a la gobernación que dupliquen el presupuesto de programas que curen la violencia, no que terminemos con la cárcel de Rickers Island más saturada de personas esperando un juicio”, apuntó el Defensor del Pueblo.

La Ciudad reforzará a NYPD en el verano

El alcalde Eric Adams también ha reconocido ante medios locales que está “preocupado” por un eventual aumento de la delincuencia durante los próximos meses.

En este sentido, ha sido enfático en abordar el tema en dos direcciones: agregando más unidades policiales anti-armas en los vecindarios violentos, y en lo inmediato, más inversión en programas de oportunidades de 100,000 plazas de empleo juvenil para junio, julio y agosto.

En este escenario, también se encuentra la política de “tolerancia cero” a los delitos considerados como menores, por ejemplo saltar los torniquetes del Subway para evadir el pago.

Se pudo conocer que en paralelo, en el anteproyecto del presupuesto 2023 el Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York (DOE) está asignando $9 millones en fondos federales el próximo año, para contratar organizaciones comunitarias que se especializan en técnicas de interrupción de la violencia, por ejemplo en acciones de mediación y resolución de conflictos, para que los estudiantes se sientan apoyados en sus escuelas.

Pero a la par, la presencia policial no parece un tema negociable.

Asimismo, el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD) ha comenzado a implementar su plan de reducción de violencia de verano, para abordar la violencia armada y otros delitos que no dejan de aumentar.

Desde el pasado domingo, cada condado tiene al menos un inspector trabajando como coordinador de reducción de la violencia, que puede desplegar rápidamente policías y recursos. Al Condado de la Salsa se sumarán dos.

Cuarenta precintos obtendrán oficiales adicionales y modificarán los turnos para comenzar tres horas antes.

El mandatario municipal anuncia para los próximos meses, más presencia policial, que implica sacar a oficiales que hacen trabajos en escritorios a las calles.

“Un par de cosas que debemos hacer: debemos analizar la mano de obra de NYPD. Demasiados policías están haciendo trabajos civiles. Los necesito de vuelta en la calle”, concluyó en una reciente reunión con oficiales de la Uniformada.

Entre invierno y primavera:

  • 37% aumentaron los delitos graves en toda la Gran Manzana en lo que va de 2022.
  • 441 víctimas de disparos en lo que va de año hasta el pasado 28 de abril.
  • 16% ciento más en comparación con el mismo período del año pasado y un 85 por ciento más en comparación con el mismo período en 2020.

eldiariony.com

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