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Luego de una estela de tres muertes de internos el mes pasado, el mandatario municipal visitó este jueves el centro penal de Queens para promover un plan de integración de los reos con oficiales penitenciarios.

¿Ha podido la nueva Administración de Eric Adams atizar la crisis humanitaria del sistema carcelario de la Gran Manzana, considerado como uno de los peores daños colaterales causada por la crisis de salud pública en 2020 y 2021? La respuesta de varias coaliciones que defienden los derechos de los población carcelaria, es un estruendoso !No! Por su parte, la Ciudad alega que si su plan de seguridad no estuviera mostrando avances, ya este mes todo el sistema de prisiones, hubiese sido intervenido por funcionarios federales.

En los primeros seis meses de 2022, nueve internos de la cárcel de Rikers Island, la más grande de Nueva York, han muerto en diferentes circunstancias. Pero lo que podría ser solo un número que dibuja parte de una crisis penitenciaria, ya para algunas organizaciones, es el signo muy claro que el “infierno” humanitario que tomó la mayor “temperatura” durante lo peor de la pandemia, está lejos de calmarse.

Este jueves, mientras el Alcalde Eric Adams visitaba por segunda vez en dos semanas a este recinto penal de Queens, miembros de la coalición Centro Interreligioso de Nueva York (ICNY) y la Campaña para el Cierre de Rikers Island, se reunieron al frente de la sede de la Alcaldía para presionar nuevamente a la Ciudad a que tome “acciones visibles” ante una calamidad carcelaria que ellos proyectan “podría ser peor” en este año.

A la fecha, ya se han registrado tres decesos más, si se compara con el mismo periodo de tiempo del año pasado, cuando líderes electos y organizaciones de Defensa de Derechos Humanos pusieron en el foco nacional cómo la violencia, la falta de atención médica y servicios esenciales era la “sentencia de muerte” que pesa sobre más de 5,000 procesados de manera permanente.

“Se debe actuar con toda urgencia posible para cerrar Rikers Island. Eliminar ya la cárcel de mujeres. Y tomar hoy mismo medidas para evitar, tal como lo conocemos, el funcionamiento de ese centro de pena de muerte. Le imploramos una vez más al Alcalde que escuche nuestra solicitud”, dijo la reverenda Chloe Breyer, directora ejecutiva del ICNY.

La movilización de algunos líderes religiosos y comunitarios se produce justamente cuando el pasado mes, dejó una estela de muerte, en solo un par de semanas.

“El pasado verano estábamos hablando de lo mismo. Estábamos contando los muertos. Nada ha cambiado. Ahora estamos en un lugar peor”, sentenció Breyer.

El último deceso confirmado en este centro penitenciario se registró el pasado 20 junio. Se trató de Aníbal Carrasquillo, de 39 años, quien fue encarcelado en 2019 por un cargo de robo en primer grado. Aunque el Departamento de Correcciones (DOC) no confirmó las razones, algunas fuentes indicaron de manera extraoficial que la causa de la muerte de este hispano fue una sobredosis de drogas.

Días antes, se precisó el fallecimiento de Albert Drye, de 52 años, en una sala del hospital de la prisión del  Hospital Bellevue. Y el 18 de junio otro interno Antonio Bradley, de 28 años, murió en el Hospital Lincoln en El Bronx.

Hasta el momento, no han trascendido informes oficiales sobre las razones específicas de estas muertes. Pero en general, no se asocian con agresiones disciplinarias violentas, en las cuales estarían involucrados oficiales penitenciarios, como sí se ha denunciado en el pasado.

“Estamos peor”

En un comunicado el Centro Interreligioso de Nueva York que integra a varias instituciones religiosas, indicaron que las tres muertes en las últimas semanas en Rikers Island, “suman nueve pérdidas este año solo en este recinto carcelario, pero significan 25 muertes en diferentes centros que están bajo el control de la Ciudad”.

El año pasado, 16 personas murieron bajo la custodia del DOC.

Los líderes religiosos aseveran que la población penal sigue estando expuesta “al uso excesivo de la fuerza por parte de los oficiales correccionales”.

Por su parte, Darren Mack, director de la organización Freedom Agenda agregó que el Departamento de Correcciones de la Ciudad de Nueva York sigue “violando implacablemente los estándares mínimos de la Junta Correccional, la ley estatal y los Derechos Humanos”.

Y, precisamente, este jueves el Alcalde Adams visitó por un par de horas al controversial centro penitenciario, en donde como destacó en su cuenta twitter, se reunió con un grupo de internos.

“Esta mañana pasé un tiempo en Rikers Island, con una nueva iniciativa de adultos jóvenes. Esto reúne a los oficiales penitenciarios y las personas bajo custodia para abrir un diálogo. Está comprobado que esta intervención reduce la violencia, aumenta la paz y cambia vidas. Solo perdemos cuando dejamos de hablarnos”, indicó el mandatario municipal.

1,400 oficiales han regresado

Gran parte de la crisis descrita en Rikers Island está vinculada a la falta de personal de seguridad y de atención médica que se reportó claramente por los efectos pandémicos. 

Sin embargo, en medio de esta nueva ola de críticas, el comisionado del DOC, Louis Molina, aseguró a medios locales que 1,400 oficiales han regresado al trabajo en este verano.

“Estamos hoy en una situación muy distinta en donde vimos un promedio de 110 unidades unidades del recinto carcelario sin personal. Eso se ha logrado reducir a 20 en promedio”, aseguró.

La semana pasada, el monitor federal que supervisa Rikers, emitió un informe que indicaba “algunos signos de mejora” en algunos aspectos bajo la administración de Adams, pero concluyó que las cárceles de la Gran Manzana siguen siendo “peligrosas e inseguras, y las condiciones son volátiles”. 

Se reconocen, en efecto, algunos avances para abordar el ausentismo del personal.

En este sentido, el plan de acción de la Administración Adams propuesto para la reforma en Rikers, acaba de recibir el sello de aprobación de un juez federal, por lo cual se retrasó hasta por lo menos noviembre, una determinación sobre una intervención de este centro penal por parte de funcionarios federales.

Molina: “Hay menos violencia”

El comisionado del DOC defiende que en los últimos seis meses, se han retomado prácticas básicas de seguridad, se están realizando operaciones tácticas para el bienestar de los internos que se habían abandonado durante al menos dos años. Lo que había provocado mucha violencia dentro del sistema penitenciario.

En entrevista con El DiarioMolina agregó que en los menos 180 días que tiene al frente de la administración penitenciaria municipal, han logrado la reducción de ataques con arma blanca y apuñalamientos en un 40 por ciento, según datos de mayo pasado, comparados con el mismo período en el 2021.

Además, valoró un 30% menos en agresiones al personal. También una mejora del 40% en la asistencia de los guardias carcelarios a sus labores.

“El plan indica que hemos podido hacer mucho en los últimos seis meses. Y eso se le mostró a la Corte y al monitor federal”, remató.

La Asociación de Benevolencia de los Trabajadores Correccionales de Nueva York ha venido por su parte ponderando el alto nivel de peligro que significa custodiar y ofrecer servicios a internos que en muchos casos son agresivos, tanto con el personal, como con sus compañeros de unidades.

“Todos los dedos nos acusan. Pero muy pocos defensores salen a la calle cuando un prisionero nos ataca salvajemente, sin ninguna razón. En medio de esta crisis de salud pública que todavía no termina, la gran mayoría de nuestros trabajadores permanecieron cumpliendo con sus funciones. En muchos casos resguardando el doble de personas que corresponde normalmente”, compartió un oficial penitenciario quien prefirió mantener su nombre en reserva.

En conclusión, el líder sindical de estos trabajadores, Benny Boscio en sus últimas intervenciones ha asegurado que en la actual administración existe un mayor “soporte” por parte de la Ciudad al trabajo de los oficiales.

¿Cuáles son las solicitudes del Centro Interreligioso de NY?

  • Que se reconozca la crisis humanitaria en Rikers Island, el carácter de seres humanos de las personas allí detenidas y la responsabilidad del gobierno municipal por su bienestar.
  • Trabajar de manera urgente con los jueces y fiscales de distrito para liberar a las personas procesadas y reducir el encarcelamiento cuando en los centros de reclusión los internos corren peligro.
  • Garantizar que las personas que permanecen en las cárceles tengan acceso a atención médica, programas, participación en grupos fuera de la celda y otros servicios.
  • Actuar con toda la urgencia posible para cerrar Rikers Island, incluido el avance de los planes de cierre existentes. Y promover de inmediato el cierre de la cárcel de mujeres.

El cierre de Rikers Island proyectado a cinco años:

  • 5,800 reclusos aproximadamente hay actualmente en el penal.
  • 40% se ha reducido la población carcelaria de Rikers en los últimos años.
  • 2026 era la fecha inicial pautada para clausurar el penal tras un programa de inversión aprobado por el Concejo Municipal en 2019.
  • 2027 será ahora el año proyectado para el cierre definitivo, retrasado por razones presupuestarias y por detalles en la construcción de cárceles comunitarias que se instalarán en cada condado, las cuales son rechazadas por las juntas comunitarias.
  • 2017 fue el año en el cual alcalde De Blasio presentó el primer mapa de ruta para cerrar Rikers en una década.

eldiariony.com

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