Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado que Israel está utilizando la privación de agua como una estrategia de guerra contra la población de Gaza. La restricción del suministro de combustible y electricidad ha dejado inoperantes las bombas de agua y plantas desalinizadoras, exacerbando la crisis humanitaria.
Problemas de Suministro
Desde el 2 de marzo, cuando Israel cerró los cruces fronterizos, el suministro de combustible a Gaza ha sido limitado. Esto ha afectado el funcionamiento de las bombas de agua, dejando a la población sin acceso a agua potable. Las familias deben recorrer largas distancias para obtener agua, mientras los ataques continúan.
Impacto en la Salud Pública
La falta de agua potable ha llevado a un aumento en enfermedades como ictericia, diarrea y sarna. MSF ha advertido que, sin combustible, el sistema de agua podría colapsar, con consecuencias devastadoras para los habitantes de Gaza.
Llamado a la Acción
MSF ha pedido el cese inmediato de los bombardeos y la reanudación del alto al fuego. También ha solicitado que se permita la entrada de ayuda humanitaria, incluyendo combustible, agua y suministros médicos, y que se restablezca el suministro eléctrico.