El ejecutivo municipal expone plan para ayudar a oleada de inmigrantes y reitera que está con el “agua al cuello” con esta crisis.
La ola de inmigrantes que cruzan la frontera sur con México, en su gran proporción de países sudamericanos, siguen arribando por centenares a la ciudad de Nueva York pidiendo refugio y con la ambición de solicitar formalmente un asilo.
Hasta este martes, se confirma oficialmente que desde la primavera pasada han llegado más de 50,000 de este grupo de personas, 30,000 están viviendo en albergues y 80 hoteles de los cinco condados, financiados por la Alcaldía.
Ante esta circunstancia, el alcalde Eric Adams anunció nuevas estrategias e inversiones para seguir cumpliendo con el compromiso legal de la Gran Manzana de recibir a los inmigrantes.
Pero eso sí, dejó claro por enésima vez, que sin la ayuda federal, las arcas municipales seguirán sufriendo los embates de esta “avalancha”, sin precedentes. Y en consecuencia, los servicios sociales de los neoyorquinos seguirán siendo afectados.
Adams también elevó su voz ante la necesidad de cambios profundos en el sistema legal migratorio del país.
En concreto, el mandatario municipal anunció que próximamente se abrirá la Oficina de Operaciones de Solicitantes de Asilo (OASO) un nuevo centro que se enfocará únicamente en coordinar los servicios a los inmigrantes. Esta acción permitirá que las agencias municipales existentes se vuelvan a centrar ensus misiones fundamentales.
También se creará un centro que ampliará y concentrará 24 horas y siete días a la semana, los servicios proporcionados en el terminal de buses Port Authority desde verano pasado, y los que se ofrecen en las ubicaciones del Centro de Respuesta y Ayuda Humanitaria de Emergencia (HERRC).
Una brújula de ayuda legal
La nueva unidad de servicios no solo concentrará los recursos para alojamiento, alimentación y otros servicios humanitarios, sino que incluirá asesorías para que puedan navegar mejor por el complejo proceso de legalización migratoria.
Esto significa que se tendrá una estrategia coordinada para garantizar que quienes hayan concretado una solicitud de asilo, estén al tanto de las fechas y los plazos importantes con respecto a su caso.
“Hemos movido montañas para ayudar a las decenas de miles que llegaron a medida que la población de nuestros refugios ha aumentado a un ritmo espectacular. Me enorgullece anunciar el plan ‘El camino a seguir’, para delinear el trabajo que queda por delante”, destacó Adams.
Acciones para aliviar la crisis
La hoja de ruta del Alcalde incluye varias vías para capacitar a los recién llegados para empleos, un programa con las casas de culto para conectarlos con todos los servicios sociales.
Además se confirmó una asociación con la Universidad del Estado de Nueva York – Sullivan (SUNY) y The Center for Discovery, para ofrecer a 100 solicitantes de asilo, la oportunidad de vivir en el campus de esa Casa de Estudios y recibir capacitación laboral, mientras que avanzan en el proceso de autorización de trabajo.
La Ciudad también continuará abogando para que se acelere una reforma migratoria integral, se aligeren los procesos legales para emitir las autorizaciones de empleo y se agilicen los tribunales de inmigración de la ciudad de Nueva York, en donde se registran más de 124,000 casos atascados hasta diciembre de 2022.
Se informó que OASO, convocará a otras localidades que enfrentan problemas similares, para exigir una acción más decisiva de la Casa Blanca ante esta crisis humanitaria.
Esta oficina también trabajará con las ciudades en la frontera sur para disipar “la información errónea sobre lo que la Ciudad de Nueva York puede ofrecer”, para que quienes decidan venir, lo hagan con una información más precisa.
En este sentido, varios testimonios recogidos por El Diario dan cuenta que muchos de los inmigrantes vienen atraídos por falsos relatos de los coyotes y traficantes humanos, en donde se les asegura que en la Gran Manzana serán recibidos en viviendas estables, trabajos bien remunerados y casos de asilo ya aprobados, con solo poner un pie en territorio estadounidense.
“Cuando llegas te dan cuenta que nada es más difícil que arrancar en Nueva York desde cero. Es mentira que en el caso particular de los venezolanos, tenemos algún beneficio migratorio. Pasan años para que te den un permiso de trabajo. Todo es muy costoso”, indicó María Ceballos, una inmigrante que llegó el pasado mes de noviembre y aspira poder moverse a Canadá.
El nuevo plan también incluye dar soporte a los inmigrantes que quieran movilizarse a otras localidades dentro y fuera del estado.
“Ninguna otra ciudad en la nación ha respondido a esta escala. Nos enorgullece delinear los próximos pasos de esta administración para continuar defendiendo nuestros valores como una ciudad acogedora para los inmigrantes”, dijo Manuel Castro, comisionado de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes del alcalde de la ciudad de Nueva York (MOIA).
Servicios en riesgo
El año pasado, en medio de una ola casi sorpresiva de inmigrantes que fueron enviados desde autobuses desde Texas, la Alcaldía respondió atendiendo las necesidades básicas de refugio, alimentos, ropa, acceso a atención médica, información legal, educación y más. A través del Proyecto Open Arms se ha inscrito en las escuelas públicas a más de 13,000 estudiantes.
Sin embargo, la queja permanente de los portavoces de la administración municipal, es que los costos de esta operación “colosal”, sigue poniendo contra las cuerdas a recursos que normalmente irían dirigidos a servicios sociales de los neoyorquinos.
Los fondos para ayudar a quienes llegan aumentan, pero también crecerán los recortes a otros rubros de servicios locales, sino se recibe más dinero federal este año fiscal.
Adams reiteró este martes que las proyecciones muestran que la ciudad podría terminar dirigiendo $1,4 mil millones en la crisis migratoria este año fiscal. Y el doble el próximo año fiscal.
“Necesitamos una verdadera estrategia de descompresión. Crear un sistema para distribuir a los recién llegados regionalmente. Esto asegura que todo el país enfrente esta crisis humanitaria de manera coordinada”, remató Adams.
El dato:
97% fue la disminución de cruces en la frontera sur en enero, sin embargo, NYC alojó a 3,100 solicitantes de asilo en su sistema de refugios en la semana del 3 al 9 de enero. 835 personas en un solo día.
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