viernes 26 de julio de 2024 22:46 pm

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Líderes electos y defensores cuestionan que pese a las supuestas evidencias, el joven Infante de la Marina señalado de haber estrangulado al afroamericano, no se le asignaron cargos por asesinato de inmediato.

Nuevamente un incidente fatal en el Subway pone combustible al incendiario y nada nuevo drama de la crisis de salud mental y los desamparados que agobia a la Ciudad de Nueva York. Y reactiva el controversial debate sobre el racismo en la administración de la justicia penal.

A más de una semana que un joven con problemas mentales, Jordan Neely, fuese estrangulado por un pasajero luego de supuestamente sufrir una crisis a bordo del tren F en la estación Broadway- Lafayette, en Manhattan, líderes electos y coaliciones que defienden los derechos de los desamparados, siguen presionando a la Fiscalía para que presente cargos al supuesto responsable del hecho.

De acuerdo con algunas versiones, Neely quien era un músico callejero que imitaba al astro pop Michael Jackson, entró el pasado 1 de mayo a un vagón del metro alterado y gritando improperios. 

Esta situación muy corriente, para quienes viajan en el sistema de transporte, se intensificó y pasó a una confrontación física con el pasajero Daniel Penny, de 24 años, quien según testigos y grabaciones lo sometió con una llave de estrangulamiento por 15 minutos, hasta causar su muerte por asfixia mecánica.

Penny es un infante de la marina, que luego del suceso, fue interrogado por el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) y fue inmediatamente liberado.

El médico forense de la ciudad determinó que la causa de la muerte fue homicidio.

Este hecho detonó protestas de activistas que se identificaron como parte del movimiento Black Lives Matter (BLM). Incluso el fin de semana saltaron a las vías del metro para interrumpir el servicio, presionando para que se concrete la detención del presunto responsable del hecho.

“Algunas vidas no importan”

Pero este miércoles, la presión siguió aumentando de temperatura, tanto así que el Defensor del Pueblo Jumaane Williams y el contralor Brad Lander se unieron a las voces de quienes exigen la presentación inmediata de cargos en contra del joven, quien hasta ahora solo es un sospechoso.

“No sabemos la intención de Daniel Penny cuando asfixió a Jordan hasta la muerte. Ni todo lo que sucedió antes. Lo que sí estoy seguro es que si un hombre negro, sin hogar, asfixiara a un infante de marina blanco porque estaba asustado, estaría en Rikers Island, sin poder pagar la fianza que se le fijó”, aseveró Williams al frente de la estación en donde se registró este suceso.

El deceso del joven afroamericano, quien desde muy joven estaba en situación de calle, con problemas mentales, y además había estado interno en la cárcel Rikers Islands por varios cargos penales, nuevamente pone sobre el tapete en la Gran Manzana el agrio debate sobre el racismo en la aplicación de la justicia y las fallas sistémicas en la atención a los pacientes psiquiátricos que abundan en los trenes.

En este sentido, el contralor de NYC, Brad Lander razonó que “no debemos convertirnos en una ciudad donde sea muy normal que un ser humano mentalmente enfermo, pueda ser estrangulado hasta la muerte, sin consecuencias. Y en donde el asesino es incluso justificado y aclamado”.

Varios líderes electos coinciden en las últimas horas que no acusar a Penny envía el mensaje de que algunas vidas no importan.

“No vamos a dejar de pelear”

Por su parte, Kimberly Blair, una activista cubano-dominicana de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (Nami), describió un “terrible balance” de las políticas para abordar la epidemia de salud mental, aunado a un ejemplo más que muestra de qué lado se mueve la balanza de la justicia, cuando se trata de una persona en esta situación específica de vulnerabilidad.

“Esto demuestra que como Ciudad le estamos fallando a estos pacientes. Y como sistema de justicia estamos mandando un mensaje terrible. Es decir, si matan a este tipo de personas, no importa. No se imponen cargos de inmediato”, destacó la portavoz de Nami.

Kimberly quien se definió como una persona que está diagnosticada con cuadros de salud mental, desde los cinco años, revela que ella ha tenido la protección de una familia, el tratamiento y el soporte para enfrentar estos problemas.

“Pero ante este precedente tan desastroso, yo pienso qué pasaría conmigo si por alguna razón me falla el medicamento y sufro una crisis dentro de un tren. ¿Será que entonces voy a encontrar a alguien que me mate?, sentenció.

La activista asegura que una coalición de organizaciones no dejarán de protestar, ni pelear, hasta que vean al supuesto responsable de este hecho tras las rejas.

“Hago un llamado a la conciencia a todos los neoyorquinos, para que veamos con compasión a estos pacientes. Nadie sabe, cuándo ni cómo pueden caer en la oscuridad en un cuadro de salud mental. Basta ya de criminalizar a esta población que lamentablemente debe vivir en trenes ante la falta de opciones. Hoy uno de cada cinco neoyorquinos padece de algún problema psiquiátrico“, acotó.

En las calles, especialmente en el sistema subterráneo, hay quien tiene posiciones distintas.

“Da miedo montarte en el Subway. Mucha gente agresiva. Están enfermos es verdad, pero si no los sacan de los vagones lamentablemente seguirá la violencia. Vamos a preguntarnos a cuántas personas ellos atacan, insultan y someten diariamente”, opinó la colombiana Martha Vallejo, de 50 años, al salir este miércoles de la estación en donde se registró esta nueva tragedia.

Adams: “Le fallamos a Neely”

Para esta semana se organizan más protestas en la ciudad, mientras que el alcalde Eric Adams instó a la gente a no apresurarse pues la investigación debía llevarse a cabo.

“Una cosa podemos decir con certeza: Jordan Neely no merecía morir, y todos debemos hacer más para apoyar a nuestros hermanos con enfermedades mentales”, reflexionó Adams.

El mandatario municipal dijo que muchos grupos de apoyo intentaron ayudar a Neely, pero no fue suficiente. 

Adams prometió impulsar legislaciones “más fuertes” y una mayor implementación de la Ley de Kendra, que brinda atención ambulatoria para personas con problemas de salud mental.

eldiariony.com

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