Una regla que está en consulta trata de evitar que estos artefactos ingresen a áreas de los complejos de vivienda pública. Activistas denuncian que se trataría de una agresión al “corazón” económico de 65,000 deliveristas.
El origen específico de varios incendios devastadores que causaron muertes y heridos en la ciudad de Nueva York está dirigiendo la mirada a medidas radicales en contra las bicicletas eléctricas que se cargan con baterías de litio, medios de transporte que son el motor de sustento de por lo menos 65,000 deliveristas de la Gran Manzana.
Según el Departamento de Bomberos de la Ciudad de Nueva York (FDNY), en 2021 hubo 106 incendios provocados por explosiones y combustiones asociados directamente con estas baterías, que hirieron a 79 personas y mataron a cuatro.
Este año va todo peor. Del 1 de enero al 1 de agosto de 2022 hubo 120 incendios, hiriendo a 62 personas y causando la muerte a dos.
La mayoría de estos incidentes de fuego, que han resultado fatales, se escenificaron lamentablemente en complejos de la Autoridad de Vivienda Pública (NYCHA), por lo cual esta agencia está considerando prohibir la presencia de estos artefactos en sus unidades a partir del 15 de octubre, si la regla propuesta es aprobada.
En concreto, la agencia municipal aspira que los residentes y sus invitados no puedan guardar ni cargar bicicletas eléctricas o baterías de bicicletas eléctricas en apartamentos o en áreas comunes de los edificios de NYCHA.
Justamente, el último incidente asociado con un fuego, originado por una batería de litio de una e-bikes resultó fatal. Sucedió el pasado 3 de agosto y mató a una niña de 5 años y una mujer de 36 años en un apartamento del sexto piso del complejo Jackie Robinson Houses en Harlem.
El peritaje de los bomberos fue muy claro: el incendio provino de dispositivos utilizados para cargar una bicicleta eléctrica que explotó y el fuego se extendió a la unidad de vivienda.
Explota una controversia
Pero la regla propuesta por la autoridad de vivienda ya encendió una gran controversia y está siendo rechazada frontalmente por líderes electos y activistas por los derechos de los deliveristas.
En este sentido, Hildalyn Colon-Hernandez, directora del Proyecto de Justicia Laboral considera totalmente discriminatorio que se trate de prohibir en estos términos la presencia de estos medios de transporte sin ninguna alternativa.
“Están poniendo a la gente a elegir entre su hogar y su equipo. Tenemos una agencia que hace una regulación, sin entender cómo funciona la industria o cómo esto afecta a los trabajadores. No solo a los deliveristas, sino a cientos de personas que tienen en estas bicicletas su único modo de movilizarse”, opinó la activista.
La líder del Proyecto de Justicia Laboral asegura que se trata de la misma tecnología de carga que utilizan las sillas de ruedas eléctricas y algunos automóviles eléctricos que se estacionan también en complejos de vivienda de NYCHA.
“Tenemos una posición muy clara. La prohibición no resolverá el problema, pero una campaña educativa sí”, remató.
Colón remarcó que ninguna de las reglas propuestas especifica cuáles son los límites de la presencia de los artefactos que se alimentan con energía eléctrica en los edificios de vivienda pública.
“¿Esto quiere decir que los deliveristas ni siquiera se podrán estacionar en los alrededores mientras entregan un pedido o mientras descansan?”, se preguntó.
A juicio de la dirigente laboral se debe investigar muy bien el origen real de la mayoría de los incendios en complejos que tienen sistemas eléctricos de los años 20.
El problema son las baterías usadas
Esta semana, la concejal Gale Brewer de Manhattan anunció que está redactando una legislación para rechazar los términos de la la propuesta de NYCHA, pero que añade disposiciones que prohibirían las baterías de segunda mano o reacondicionadas, que tienen un mayor riesgo de incendiarse.
“Estamos preocupados por otros incendios. Debemos buscar un equilibrio en preservar la vida y el medio de sustento de miles de trabajadores. Nuestra idea es poner atención en la gente que vende baterías repotenciadas, porque ahí es donde está el problema. Además en el caso de NYCHA tienen muchos estacionamientos al aire libre, que parecen ser la mejor ubicación para colocar estaciones de carga seguras”, razonó la legisladora local.
En este sentido, el deliverista guatemalteco Miguez Díaz, de 25 años, advierte que las baterías usadas o de segunda mano son una alternativa más económica, porque una de última generación puede costar hasta $1,000.
“Yo no vivo en uno de esos edificios de vivienda pública, pero cada vez me cuesta más tener un lugar seguro para cargar la batería. Rento en una casa en Brooklyn y la dueña me dijo que no aceptaba más la bicicleta. Entonces esto cuesta mucho porque debo pagar en un sitio a tres cuadras para guardarla”, contó Miguel.
El deliverista además comparte que cuando las baterías “son viejas” deben cargarse toda la noche, e incluso a veces deben contar con otra de repuesto, para poder completar la jornada todo el día.
Por lo general, las baterías seguras y certificadas vienen con una etiqueta de Underwriters Laboratories (UL), lo que significa que cumplen con los estándares de seguridad reconocidos a nivel nacional.
Por ello, la legislación propuesta por la concejal Brewer apunta a que se solicite al Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador una agresiva campaña de guías de seguridad de baterías en tiendas que venden estos productos.
Hay un peligro real, pero…
Asimismo, Cynthia Tibbs, presidenta de la asociación de inquilinos de West Side Urban Renewal Brownstones, dice que ha visto situaciones muy peligrosas en edificios por la forma que inquilinos cargan estos equipos.
Por ejemplo, asegura haber visto a personas pasar los cables de extensión fuera de las ventanas de sus apartamentos hacia la calle, bajo la lluvia, para cargar estas baterías.
Pero a pesar de las situaciones peligrosas de las cuales es testigo, la líder comunitaria destaca que ella todavía no ve una solución clara en prohibir las bicicletas.
“La gente seguirá haciéndolo y se arriesgará a ser desalojada, y no es solo en los edificios de NYCHA donde representan un riesgo. No queremos la prohibición porque, al final del día, la gente necesita ganarse la vida”, remató Tibbs.
Una residente de NYCHA, la puertorriqueña Santa Sarmiento que ha vivido por 20 años en Amsterdam Houses en Manhattan, asegura que todo lo que reglamentan en NYCHA es “letra muerta”. Y prohibir esos equipos no serán la diferencia.
“Esta prohibido que fumen dentro de los apartamentos, que boten basura por las ventanas, que suban la música alta, que usen las estufas como calentadores, pero nadie le hace caso. Debemos entender que la mayoría de las cosas pasan por la falta de educación de la gente”, remató.
No es un problema de NYCHA
El pasado mes de mayo un hecho disparó nuevamente las alertas sobre los riesgos de estos equipos de carga, en todos los espacios comerciales y residenciales de la Gran Manzana. Un incendio de tres alarmas desplazó a varios vecinos de un edificio en la 5401 de la Séptima Avenida de Sunset Park en Brooklyn.
Las autoridades confirmaron que en el edificio funcionaba una tienda de comestibles que también vendía bicicletas eléctricas.
Portavoces bomberiles dijeron que el incendio fue causado por baterías de iones en scooters y bicicletas eléctricas que se encontraron en el edificio, al igual que un centenar más que se confirmaron este año.
Las clave de la propuesta Brewer:
- La concejal Gale Brewer ha estado consultando durante meses con FDNY y académicos para identificar soluciones legislativas y políticas ante esta controversia. En general se propone:
- Prohibir las baterías de segundo uso o reacondicionadas.
- Solicitar que el FDNY amplíe los esfuerzos educativos para alertar a los clientes, en múltiples idiomas, a los peligros de estas pilas, incluyendo a las empresas tecnológicas de pedido digital.
- Exhortar a que el Departamento de Protección al Consumidor y al Trabajador diseñe guías de seguridad de baterías en tiendas que venden estos productos.
- Solicitar al Congreso que convoque una audiencia sobre las normas y reglamentos relacionados a la seguridad de las baterías de los dispositivos de movilidad y aprobar la legislación federal para crear un estándar que se puede utilizar para responsabilizar a los fabricantes de baterías en el futuro.
¿Por qué estas baterías explotan?
La Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA) explica que los incendios de baterías de litio ocurren por varias razones, que incluyen:
- Defectos de fabricación
- Uso inadecuado como colocar una batería cerca de una fuente de calor o dejarla expuesta a la luz solar intensa durante un período prolongado de tiempo.
- Penetrar o intervenir una batería de manera que provoque un cortocircuito.
- El uso de cargadores no diseñados para el dispositivo.
- Cualquier dispositivo que contenga una batería de litio puede incendiarse si se fabrica mal, se daña o se usa incorrectamente.
Investigaciones, muertes y heridos:
- 26 investigaciones de incendios causados por iones de litio por parte del FDNY en edificios de NYCHA desde 2021, lo que refleja un patrón similar que surgió en otros edificios de apartamentos privados en toda la ciudad.
- 121 investigaciones por la misma razón en lo que va de 2022 que han resultado en 66 heridos y cinco muertes.
- 104 investigaciones de incendios de baterías en todo 2021 cuando hubo 79 heridos y cuatro muertes.
- 177,000 apartamentos de los complejos de vivienda pública de NYC se les prohibiría guardar e-bikes en sus unidades, pasillos y estacionamientos.
Comente sobre la nueva regla:
Para enviar un comentario público relacionado con esta nueva regla de prohibir las e-bikes y sus cargadores en los complejos de NYCHA, envíe un correo electrónico antes del 6 se septiembre a lease.changes@nycha.nyc.gov
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