sábado 27 de julio de 2024 03:50 am

La Comunidad y su Futuro

Tu periódico digital en New York
PATROCINADOR OFICIAL

Hasta hace no mucho tiempo, las estadísticas que acompañaban el día a día de los New York Yankees eran poco menos que asombrosas gracias a su performance que los impulsó a culminar la primera mitad de la campaña como el mejor equipo de todo el beisbol.

Sin embargo, la potencia de su ofensiva y la brillantez de su rotación ha quedado eclipsada por la densa sombra de las derrotas que han acumulado desde que culminó el All-Star Game.

Decir que los Yankees se volvieron un equipo común y corriente de MLB sería casi como un halago. La novena de Aaron Boone, a pesar de mantener la cima en el Este de la Liga Americana, se sumergieron en un tobogán que por ahora los ha descendido a terrenos insospechados.

Los neoyorquinos acumulan cinco series consecutivas perdidas (Mariners, Cardinals, Mariners, Red Sox y Rays), una situación crítica que el equipo no experimentaba desde 2005.

Los Yankees tienen marca de 8-17 desde el receso del All Star Game. Los únicos equipos con peor registro tras el parón son Pirates y Tigers. Tanto Pittsburgh como Detroit se encuentran en el sótano de sus respectivas divisiones con 70 o más derrotas.

En los más recientes tres encuentros, uno contra Red Sox y dos enfrentando frente a los Rays, la ofensiva de los Bronx Bombers se redujo al calibre de un gotero al conseguir una sola carrera en este lapso.

Del 1 al 9 de la alineación ningún pelotero ha podido detener el estrepitoso descenso que hace ver que cualquier potencial serie de postemporada sea un como un compromiso perdido desde antes de ingresar al diamante.

En los siete más recientes encuentros, los Yankees apenas han anotado en nueve ocasiones y conectado 35 imparables. Nunca en la historia de la franquicia la ofensiva mostró mayor o igual infertilidad en un lapso similar.

Dependencia del Home Run

Para nadie es un secreto que los Yankees han hecho del home run, otro punto turístico de New York. Sin embargo en la actual campaña se han vuelto tan dependientes de los grandes batazos como un bebé de su chupón.

Durante 2022, cuando ningún beisbolista se vuela la barda uniformado bajo la franela a rayas, el equipo gana menos del 50 por ciento de sus encuentros.

Tan sólo han conseguido 10 victorias cuando no pegan bambinazos.

us.as.com/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *