El histórico Laboratorio de Salud Pública de la Ciudad de Nueva York ha respondido a brotes de enfermedades emergentes durante 125 años, incluido el COVID-19 y la viruela del mono. El nuevo sitio adyacentes al Harlem Hospital ofrecerán instalaciones modernas y mejoradas y un diseño sostenible.
La Ciudad de Nueva York comenzó la construcción de un innovador e histórico Laboratorio de Salud Pública que tendrá como misión proteger y promover la salud de todos los neoyorquinos y mantener a la ciudad a la vanguardia de la respuesta y la investigación de enfermedades.
El edificio de 10 pisos y 240,000 pies cuadrados fue diseñado pensando en el bienestar del personal y cumplirá con las nuevas y ambiciosas normas de resiliencia y sustentabilidad de la Ciudad de Nueva York. Se espera que esté listo para ser ocupado en 2026.
La instalación, que estará situada junto al complejo del Hospital de Harlem, estará gestionada por el Departamento de Salud y Salud Mental, (DOHMH, por sus siglas en inglés). Ellaboratorio será uno de los más eficientes energéticamente, sostenibles y de alta tecnología del país y se construye gracias a $25 millones que dio el Departamento de Servicios Administrativos de la ciudad.
Algunas de las medidas de conservación de energía en el nuevo Laboratorio de Salud Pública serán equipos de laboratorio ultraeficientes, paneles solares fotovoltaicos y vigas frías. Contará también con una planta de cogeneración que aportará un importante ahorro energético y económico.
El nuevo Laboratorio de Salud Pública participó en el programa 80×50 de la Ciudad, que se compromete a lograr una reducción del 80 % de las emisiones de carbono para el año 2050. El Laboratorio de Salud Pública de la Ciudad de Nueva York fue el primer laboratorio bacteriológico municipal del mundo. En el siglo transcurrido desde su primera campaña para controlar la difteria en la Ciudad de Nueva York, el Laboratorio de Salud Pública se ha expandido para brindar una variedad de servicios de pruebas de laboratorio clínico y ambiental para detectar y caracterizar los organismos que causan enfermedades.
El nuevo Laboratorio de Salud Pública participó en el programa 80×50 de la Ciudad, que se compromete a lograr una reducción del 80 % de las emisiones de carbono para el año 2050. El Laboratorio de Salud Pública de la Ciudad de Nueva York fue el primer laboratorio bacteriológico municipal del mundo. En el siglo transcurrido desde su primera campaña para controlar la difteria en la Ciudad de Nueva York, el Laboratorio de Salud Pública se ha expandido para brindar una variedad de servicios de pruebas de laboratorio clínico y ambiental para detectar y caracterizar los organismos que causan enfermedades.
Desde la década de 1960, el Laboratorio de Salud Pública ha ocupado 11 pisos de un edificio de 14 pisos de 335,000 pies cuadrados, frente al Hospital Bellevue en 455 First Avenue. El Laboratorio de Salud Pública se ha expandido a lo largo de los años, y los más de 200 miembros del personal ahora brindan una variedad de servicios de pruebas de laboratorio ambientales y clínicas que incluyen pruebas comunitarias para tuberculosis y enfermedades asociadas a la salud sexual; pruebas de resistencia a antibióticos; investigaciones de enfermedades transmitidas por alimentos; respuesta a brotes, (ébola, enfermedad del legionario, COVID-19, viruela del mono); secuenciación del genoma completo; monitoreo de patógenos en aguas de playa y aguas residuales; y pruebas de agentes de amenazas biológicas.
“No podemos darnos el lujo de esperar a la próxima pandemia para fortalecer nuestra infraestructura de salud pública”, dijo el alcalde Eric Adams. “El Laboratorio de Salud Pública de la Ciudad de Nueva York traerá una instalación de última generación a Harlem para servir y proteger la salud de todos los neoyorquinos. Espero trabajar con el DOHMH y la NYCEDC para construir este laboratorio líder en el país para mantener a los neoyorquinos seguros y saludables para las generaciones venideras”.
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