La comunidad de educadores en los cinco condados y activistas temen que el recorte de 215 millones de dólares para las escuelas públicas hagan imposible reducir el número de alumnos por clase el próximo año.
La reducción en el número de alumnos es un mandato estatal.
“No es justo. Necesitamos más dinero para que puedan haber suficientes estudiantes en cada salón y darles a los estudiantes el servicio que verdaderamente necesitan”, dijo Christian Pérez, educadora.
“Yo pienso que las escuelas necesitan el dinero y que dejen a los niños como están”, dijo por su parte un padre de familia.
El reajuste presupuestario de los 38 mil millones de dólares el año pasado para un sistema escolar con 1.1 millones de estudiantes afecta a cada plantel de forma distinta porque sus presupuestos individuales para contratar personal se calculan de acuerdo al número de estudiantes matriculados.
Activistas prevén una pérdida de unos 1,500 puestos de enseñanza el próximo año, y más de 3,000 después.
Algunas escuelas verían sus presupuestos recordados hasta 8 millones de dólares.
“Estoy de acuerdo con lo que están diciendo, que si bajan el presupuesto no puede haber menos niños en el salón”, dijo otra madre de familia.
Otros temen que la disminución de la matrícula también conduzca a recortes de servicios y programas, incluyendo trabajadores sociales, consejeros, exámenes de detección de dislexia, viajes y programas extracurriculares, entre otros.
“Yo no veo mal que haya menos niños por aula, pero no veo bien que vayan a recortar cosas en las escuelas”, dijo otra madre.
Mientras que la legislación espera la firma de la gobernadora Hochul, el alcalde Arms ha prometido que usara fondos federales para tratar de suavizar el impacto que tengan estas nuevas medidas sobre las aulas en los cinco condados.
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