viernes 13 de diciembre de 2024 04:12 am
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Los albergues llegan a un nivel histórico de sobrepoblación en una ciudad que padece una descomunal crisis de vivienda. En paralelo, Caridades Católicas extiende su capacidad para ayudar a los solicitantes de asilo.

La oleada de inmigrantes que en su gran mayoría cruzaron la frontera sur del país, caminando desde países de suramericanos, que son enviados en autobuses desde Texas a Nueva York, no tiene pausas. Pero parte de este grupo de personas que sobrepasan los 4,000 en los últimos tres meses, requieren refugios temporales y servicios, demandas que siguen poniendo una prueba muy fuerte a una ciudad, en donde justamente esta semana, todo el sistema de refugios ha sido declarado como “mucho más que colapsado”.

En medio de la conmoción de esta situación de refugiados en la Gran Manzana, este martes la organización Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Nueva York (CCNY), que brinda ayuda y servicios a los inmigrantes recién llegados, exigió a los gobiernos locales y estatales que ofrezcan una mirada “más seria y humana” a esta crisis.

“Estamos profundamente preocupados por el estado actual de las políticas que han resultado en que miles de solicitantes de asilo, sean transportados en autobús por todo Estados Unidos, sin la planificación adecuada”, dijo monseñor Kevin O’Sullivan, director ejecutivo de CCNY, desde su sede principal en Manhattan.

Hasta la fecha, los servicios comunitarios de esta organización han atendido a más de 1,500 nuevos migrantes que han llegado recientemente a la Gran Manzana.

En mayo y junio, se confirmaron de 5 a 10 llegadas de autobuses por semana; en la semana del 11 de julio hubo más de 25 y desde el 18 de julio en adelante, más de 200 personas llegaron por semana de acuerdo a los registros.

“Es un problema nacional”

Esta organización está trabajando para establecer un centro de recepción, el próximo 25 de agosto, para ayudar a satisfacer la creciente necesidad de quienes llegaron huyendo de crisis políticas, económicas y humanitarias, en sus países de origen, apenas con la ropa que tienen puesta, sin recursos de ninguna índole y especialmente sin residencia, ni familiares.

“Como neoyorquinos, hemos decidido expandir nuestra capacidad para conocer este drama de  los recién llegados. No vemos esto como un mero problema de la ciudad de Nueva York. Es un problema nacional. Como nación, debemos enfrentar esta crisis”, dijo monseñor O’Sullivan.

Asimismo, el cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, al igual como lo ha hecho de manera persistente el alcalde Eric Adams y varios líderes electos neoyorquinos, están solicitando más  asistencia federal para ayudar con la afluencia de inmigrantes que han llegado solicitando asilo y albergues.

En lo inmediato, la contingencia y la sobrepoblación de estos centros, ha sido atendida con la creación de 11 nuevos refugios que incluyen hoteles que fueron rentados por la Ciudad.

De acuerdo con los balances de esta organización católica, uno de los principales desafíos es brindar asesorías legales, además de facilitarle algunos recursos existentes, que les permita en esta primera etapa, por los menos, sobrevivir. Con el agravante, de que un gran grupo de ellos no cuenta siquiera con una dirección residencial para recibir correspondencia y poder seguir adelante en su interacción con los tribunales de inmigración.

CCNY tiene claro que por lo menos 300 inmigrantes corren el riesgo de faltar a las audiencias judiciales y eventualmente ser deportados, debido a complicaciones asociadas con el lugar en donde deben acudir a la corte. En muchos casos, son citas  fuera del estado de Nueva York. 

En otros casos, las ubicaciones en donde se les da refugio suelen ser oficinas o instalaciones no familiares.

“Estos no son solo problemas. Son niños”, indicó  Dolan quien informó que están trabajando para la incorporación de esta población infantil recién llegada a escuelas católicas y públicas.

90% son venezolanos

De acuerdo con Marianna Dueñas, portavoz de CCNY, más del 90% de los solicitantes de asilo que llegaron a la ciudad de Nueva York en una situación de “extrema vulnerabilidad” son venezolanos.

El desafío más inmediato, es que estas personas que vienen de cruzar la frontera sur, puedan tener acceso a representación legal que les permita hacer seguimiento a sus casos.

“En este camino, por falta de orientación o desesperación, puede ser que sean presa fácil de estafadores. Hay que alertarlos. Ya vienen de una cadena de hechos terribles. Vienen caminando por meses. Pasaron una selva como la del Darién, como es el caso de los que vienen de Suramérica. Han perdido a familiares en la ruta. Algunas mujeres fueron abusadas sexualmente, de manera colectiva, en el camino”, relató Dueñas.

En resumen, un grupo de quienes llegan en los autobuses desde Texas, al bajar de la unidad, se reúnen con familiares que los esperan, otros con el único soporte de un número de teléfono de organizaciones sin fines de lucro que apoyan a los inmigrantes. Y otros, como el venezolano Leonardo González, de 27 años, sin un rumbo claro, pero con la certeza que podrá levantar a su familia con trabajo. Una familia que en la travesía, que inició el pasado mes de noviembre,  quedó desmembrada.

“Llegué a Nueva York el pasado 4 de julio, luego de un largo proceso de 7 meses caminando, con mi esposa y mis dos hijos. En la selva del Darién en Panamá me encontré con una guerra entre tres mafias. Y en medio de la situación perdí a mi hijo. Tuvimos que correr. Pero aquí estamos. Es muy duro. Pero solo queremos ahora la oportunidad para salir adelante, por nuestros propios medios”, relató el inmigrante.

“Los refugios son infernales”

Hay otras historias: La también venezolana Tibisay Pereira, de 28 años, asegura que “no le recomienda a nadie” en su país que inicie esta “aventura”. En su caso personal, sigue siendo un camino de desesperación.

La caraqueña cuenta que los traficantes de personas, conocidos como “coyotes”, entendieron que en Venezuela la mayoría de los jóvenes están desesperados porque no encuentran cómo sobrevivir, entonces ofrecen falsos “paquetes”, que incluyen el supuesto “beneficio” de que por ser venezolanos cuentan con alivios migratorios inmediatos al pisar Estados Unidos.

“Quiero decirle a quien está en mi país pensando en esa ruta, que todo es mentira. Yo fui abusada sexualmente. Yo no sé qué pasó con la compañera que venía conmigo. La perdí en Nicaragua. Unos mafiosos la secuestraron. Ella era quien tenía la familia en Ohio aquí que la iban a ayudar. Entonces no me quedó otra que seguir sola”.

El viaje de Tibisay por el “sueño americano” duró cuatro meses y siete días. Al cruzar el río Bravo, solo encontró en Santo Antonio, Texas, la alternativa de venir a la ciudad de Nueva York a buscar refugio. Su destino fue un albergue en El Bronx en donde asegura no fue “bien recibida”.

“Es infernal, hay drogas, enfermos mentales y gente que tiene años sin encontrar donde vivir. Verse así y terminar comiendo por caridad de otros es desesperante. Aunque en mi propio país también se puede pasar días sin comer ”, acotó.

Refugios sobrepasan las 50,000 personas

La población del principal sistema de refugios para personas sin hogar de la ciudad de Nueva York, había aumentado a poco más de 50,000 hasta la semana pasada, frente a los 46,000 registrados a fines de mayo. Aunque por principios de confidencialidad, no está claro, qué parte de la presión bajo la que se encuentra el sistema podría atribuirse a los nuevos solicitantes de asilo.

Organizaciones de defensa a las personas sin hogar dicen que hay muchas razones “históricas” por las que el sistema de refugios de la ciudad se ha sobrecargado. Esto incluye la falta de viviendas asequibles, un aumento en los desalojos y tiempos de espera más largos para mudarse de los refugios a los apartamentos.

Por su parte, la Coalición para las Personas Sin Hogar de Nueva York ha compartido esta semana reportes que dan cuenta que la Ciudad en medio de esta crisis, no ha podido cumplir con los plazos legales para ubicar desde los centros de admisión conocidos como PATH, a personas en los albergues. Por ello, algunas familias se han visto obligadas a dormir en sillas e incluso en la calle.

Sin embargo, algunas organizaciones interpretan que la espantosa crisis de vivienda de la ciudad de Nueva York no se debe directamente a la llegada de nuevos inmigrantes que saturan al sistema.

“Para nadie era un misterio que mucha gente iba a perder sus casas por los desalojos este año. Más allá del aumento habitual de verano, lo que estamos viendo es el resultado de la falta de planificación de la Ciudad”, aseveró a medios locales Joshua Goldfein, del Proyecto de Derechos de las Personas sin Hogar de la Sociedad de Ayuda Legal (Legal Aid).

“La vida vale más”

La venezolana Jenifer Barico, de 44 años, tiene apenas semanas en la Gran Manzana. Logró un espacio en un refugio en El Bronx, porque como ella misma admite, no tenía otra opción. Hoy reflexiona sobre la decisión de dejar a su país en esas circunstancias. En una sola frase dice: “!La vida vale más!”

“Sobrevivimos cruzar la selva entre Colombia y Panamá. Pudimos pasar con muchas adversidades todos esos países, pero en realidad aunque llegamos aquí, la desesperación sigue. El albergue en El Bronx en donde me tocó, es muy complicado de explicarlo: la gente que está allí que está situación de calle, no nos quiere, se molesta porque no hablamos su idioma”, aseveró.

Jenifer remata indicando: “Cuando me preguntan o me dicen si estuvo bien este paso, me llamaran egoísta, pero es un riesgo muy pero muy alto. Es una ruleta de la muerte”.

Claves para entender esta crisis:

  • Desde abril, el gobernador de Texas, Greg Abbott, ha estado enviando solicitantes de asilo recién llegados a ciudades demócratas amigables con los inmigrantes a ciudades como Nueva York y Washington D.C, para tratar de presionar a la administración de Joe Biden para que tome medidas enérgicas en la frontera. 
  • Esta situación ha creado una tensión entre el gobernador Abbott y el alcalde de Nueva York Eric Adams.
  • Las autoridades de Nueva York han dicho que alrededor de 4,000 solicitantes de asilo habían llegado a la ciudad en los últimos meses. La mayoría de los autobuses de Texas y de Arizona.
  • Adams y la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, dicen que sus ciudades se han visto abrumadas por una afluencia de solicitantes de asilo, con sistemas de refugio para personas sin hogar a plena capacidad. Han exhortado al gobierno federal que les ayude a encontrar y crear lugares para que vivan los inmigrantes.
  • El mandatario texano en un comunicado indicó que estas ciudades santuario son el destino ideal para estos migrantes: “Espero que cumplan su promesa de dar la bienvenida a todos los migrantes con los brazos abiertos, para que nuestras ciudades fronterizas invadidas y abrumadas puedan encontrar alivio”.

El dato:

  • 12% más sobrepoblados se encuentra en la actualidad el sistema de refugios temporales de la Gran Manzana si se compara con marzo.

eldiariony.com

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